viernes, 30 de noviembre de 2012

Entre música y tragos


La luna brillaba de manera espectacular sobre el cielo limeño, que milagrosamente se encontraba totalmente despejado, se podían ver las estrellas dispersas en él, brillando sobre la multitud de adolescentes que se encontraban en la puerta de un local de moda.

La cola para entrar al establecimiento era larguísima, aun así los adolescentes no desistían en sus ganas de ingresar. La multitud era variopinta, estaba desde la típica chica regia con su vestido de fiesta y altísimos tacos, hasta una hippie con falta larga y sandalias.

Cuando finalmente ingresabas al local podías oír el sonido de unos tambores que incitaban a la gente a moverse al compás de su rítmico sonido y al llegar a la puerta una cortina separaba el mundo “normal” y te internabas en uno completamente diferente, un mundo en el que todos era iguales a todos sin importar la vestimenta o el dinero, un mundo unido por la música reggae y el rock.

La multitud esperaba con impaciencia a la banda invitada que llenaría de música aquel bar por unas horas, hasta que finalmente subieron al escenario con una canción clásica del The Beatles. Para ponerle un poco más de ritmo a la noche, la banda tocó  Give it away de los Red Hot Chili Peppers, mientras la multitud estallaba en gritos con vasos de cerveza en manos e imitando guitarras inexistentes. La banda invitada dejaba todo en el escenario recompensada por los gritos de la gente.

Finalmente al despedirse la banda la multitud se dispersó por todo el local para seguir disfrutando de la música y la compañía de sus amigos con trago en mano y haciéndole salud a toda aquella persona que pasaba por el camino.